domingo, 9 de junio de 2013

Concepto de Dios, representación y cualidades de la divinidad judía.

El Judaísmo es el conjunto de creencias religiosas y tradiciones culturales del pueblo judío, también llamado israelita o hebreo según las etapas históricas, es la religión más antigua de las tres monoteístas y la menor en número de fieles.

Creencias y ritos

El credo judío es la creencia en un solo Dios omnisciente, omnipotente y providente, de integridad inflexible, que habría creado el universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez Mandamientos, a  través de la denominada alianza, en la que Dios elegía al pueblo judío y estos se comprometían a reconocer en Dios su único rey y legislador y a obedecer sus leyes.
Una de las pautas fundamentales de la religión judía es la obediencia a la Torah o Ley de Moisés, que constituye los cinco primeros libros de la Biblia.

Para alcanzar las recompensas futuras hay que vivir la vida en el estudio y en la obediencia. No hay sacramentos, ni credo, ni dogmas, sino que el judío es aquel que sigue las reglas judaicas de la vida. Los hombres nacen en un mundo bueno que debe ser disfrutado, y la existencia en el más allá es algo generalmente aceptado.

La vida en comunidad cobra especial importancia, siendo la sinagoga el centro de reunión de la actividad social.



Las prohibiciones fundamentales,  son la idolatría, el derramamiento de sangre y el sexo ilícito. Otros ritos menores contemplan estas normas de convivencia, como la circuncisión, en señal de la alianza del pueblo con Dios, que se puede practicar a los neonatos de ocho días o a los niños cuando alcanzan la edad de ocho años. También lo son los usos matrimoniales, los relacionados con la ceremonia de la muerte, como el entierro, el luto y las lamentaciones que deben acompañar a todo difunto, o las costumbres vinculadas a los hábitos alimenticios. Solo se pueden comer ciertas partes de determinados animales, mientras que el consumo de otros, como el cerdo, está terminantemente prohibido.


Entre las fiestas más significativas del calendario judío se deben destacar la Pascua o el Yom Kippur. En casi todas ellas se encuentra una significación doble, religiosa e histórica. Así, por ejemplo, la Pascua marca la llegada de la cosecha y tiene el carácter de festividad de la primavera, pero su celebración también se relaciona con la conmemoración de la salida del pueblo judío de Israel hacia Egipto. Otras fiestas importantes son las del Año Nuevo, los Tabernáculos, la de la Dedicación y el Purim o Pentecostés.



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